Revista Racing Car Información sobre ruedas
Un desafortunado accidente a mitad de carrera con su compañero de equipo Will Power echó al traste con las posibilidades de Juan Pablo Montoya de coronarse campeón por segunda ocasión de la IndyCar, el campeonato de autos más importante de toda América, que se corre en Estados Unidos y Canadá.
El colombiano llegó a la cita final del pasado domingo con una venta superior a los 30 puntos, pero con 4 candidatos más en posibilidades matemáticas de pelearle el trono mayor. Y así fue. Montoya salió en la quinta posición en la grilla de partida decidido a cobrar los mayores dividendos en esta última cita de la temporada 2015 atendida en el circuito de menos de 4 kilómetros en Sonoma, California.
Pero esta vez la suerte corrió en contra suya y obligado a ir a los pits a cambiar la trompa de su monoplaza tras el incidente con Power, Montoya tuvo que cambiar de estrategia que hasta ese momento funcionaba a la perfección y de defensor pasó a atacante, pues adelante Scott Dixon consumía millas sin aspavientos, en tanto que Graham Rahal, con el que presuntamente Montoya debía definir el título, se hacía a un lado en este duelo de muchas exigencias.
Dixon ganó la carrera más significativa por la cantidad de puntos que otorgaba y Montoya fue sexto. Necesitaba estar de quinto para desempatar la serie con el corredor del Chip Ganassi. Y aunque lo intentó y batalló corriendo todos los riesgos posibles, el esfuerzo no le alcanzó y el sexto puesto en la meta, a menos de un segundo de quien le precedió, le arrebató de las manos un trofeo que tenía bien merecido luego de haber liderado el campeonato todo el año.
Razón tenía su molestia cuando se bajó de su auto. Todo estaba previsto para ir al podio mayor, pero ni el equipo ni su grupo respondieron como debería ser y el título IndyCar 2015 se quedó en las ganas y las garras de este valiente colombiano.
